Los cuatro autores de los Evangelios (San Mateo, San Marcos, San Lucas, y San Juan) han sido representados tradicionalmente en forma de tetramorfos.










Juan – Águila:


El águila es la figura asociada a San Juan, ya que su Evangelio es el más abstracto y teológico de los cuatro.

Se incluyó como soporte del Escudo de España en los modelos oficiales de 1938, 1945, y 1977, con diferentes formas, suprimiéndose en el de 1981, que es el actual.





Mateo – Hombre:


Mateo es simbolizado con un ángel (hombre con alas) esto se debe a que su evangelio comienza con una lista de los antepasados de Jesús (El mesías). Esta lista es de gran valor para este evangelio porque mencionan a Jesús como hijo de David (el más importante de los reyes) e hijo de Abrahán (el padre del pueblo de Dios). La intención de matero es afirmar que Jesús lleva a la historia del pueblo a la perfección. Esta lista de mensajes tiene tres períodos de generaciones, y cada uno de los períodos se compone de catorce generaciones (14=7+7, número perfecto). Aquí las mujeres también juegan un papel importante en esta genealogía; se trata de Tamar, Rajab, Betsabé y María. Son mujeres comprometidas con la justicia.


Marcos – león:

Marcos esta simbolizado con un león porque su evangelio comienza con la predicación del Bautista en el desierto, donde había animales salvajes. Su evangelio fue el primero en escribirse (en la década de los años 60 después de Cristo) y sirvió como texto de catequesis para los que se preparaban para recibir el bautismo. Este es el evangelio más corto. Para el pueblo de la Biblia, el desierto representaba, entre otras cosas, el lugar donde se fraguan los nuevos proyectos, por esto el hecho de que el evangelio de San Marcos comience presentando a Juan Bautista en el desierto es muy importante. Juan Bautista se da a conocer en el desierto, lo que pone de manifiesto que está preparando al pueblo para la gran novedad que supone la vida y las prácticas de liberación de Jesús.




Lucas - Toro:

Lucas se ha simbolizado mediante un buey o un toro porque su evangelio comienza con la visión de Zacarías en el Templo, donde se sacrificaban animales como bueyes, terneros y ovejas. Este evangelio comienza y termina en el Templo; los Hechos de los apóstoles constituyen la segunda parte del evangelio de Lucas. Si en el evangelio encontramos el camino de Jesús, en los Hechos tenemos el camino de las comunidades que siguieron a Jesús. El libro de los Hechos termina llegando Pablo a Roma, ciudad que, para Lucas, representa los confines del mundo.